El
alimento de cada día
Su
importancia en los primeros años de vida.
La
finalidad del alimento en nuestro cuerpo es de nutrir y dar energía a
cada célula, que forma parte de este paquete de 60.000 millones de células que
somos.
Para el correcto
funcionamiento corporal es importantísimo el rol que cumple la correcta nutrición.
Debemos conocer cómo funciona nuestro organismo, qué
alimentos necesita y como cuidar nuestra Salud que es sagrada.
Aquí involucramos temas como la desnutrición, así como
los terribles efectos de la comida industrializada, la contracara de la
desnutrición, que con tanto afán el
sistema de consumo fomenta, incluso dentro de la mayoría de las Instituciones
Educativas que deben preservar y educar también en la alimentación y la salud,
como lo hacen en otras materias.
Como Lic. en Nutrición, mi intención es difundir una
de las necesidades más básicas en la vida, que es nutrir. Y no sólo nutrir
nuestro cuerpo físico, también el mental, emocional y espiritual.
Aspiro
a un servicio involucrado en cuestiones públicas, las cuestiones de todos.
En
educar, en que el conocimiento se difunda, que entendamos que producir a costa
de la Naturaleza es hipotecar el futuro, que comprendamos que la Tierra es nuestra casa, la casa de
todos.
El siglo XIX fue el
siglo de la industrialización. El siglo XX fue el siglo de los derechos humanos
luego de las dos guerras mounstrosas. El
siglo XXI creo que es el siglo de retorno del hombre a lo espiritual. Y es
clave. Comprender que no sirve vivir en el tener, sino en el Ser.
La
educación es una semilla maravillosa, pero toda semilla para fructificar
necesita un sustrato, y el sustrato anatomo-fisiológico y anotomo-funcional
donde se siembra la educación es un cerebro intacto.
La
desnutrición genera debilidad mental.
El
cerebro es el órgano que más rápido crece, pesa 35gs al nacer, que son 6
monedas de $1. Es muy poco, y llega a los 900gs a los 12-14 meses, cuando el
niño camina. Ahí tiene el 80% del peso
del cerebro que va a tener de adulto. Y de adulto pesa 1kg 200gs. Es decir que
el crecimiento gigantezco del cerebro del niño es durante el primer año de
edad.
Cuando el bebé nace, el cráneo mide
35 cm, el tamaño del canal
de parto, y crece un cm por mes durante el primer año, por lo tanto, a los 12
meses tiene 12 cm más, de 35cm llega a 47 cm. Es decir que en el primer año
crece 12 cm y su peso va de 6 monedas de $1 a 150 monedas de $1. De 35gs a
900gs.
En el segundo año
crece 2 cm nada más. Al final del año y medio, a los 18 meses, se cierra la
fontanela anterior y el cráneo pasa a ser una unidad sellada.
“Lo hecho, hecho está”.
Nosotros nacemos y
morimos con la misma cantidad de células. Entonces por qué aumenta el peso del
cerebro. Porque cada neurona, de los 100 mil a los 140 mil millones de neuronas
que tenemos en los 3 mm de espesor de la corteza, emite hasta 15 mil cables, si
hay buena alimentación.
El 50% depende de la alimentación y el 50% de la
estimulación.
El Profesor Dr.
Monckeberg
hizo una experiencia interesantísima. Tomo dos ratitas hermanas de la misma
camada, y las puso en dos cajas diferentes y en dos habitaciones diferentes. A
las dos las alimentó exactamente igual, Pero a una la acariciaba cinco minutos
por día por reloj y le cantaba. Al cabo de 3 meses la ratita acariciada era
casi el triple que su hermana, era más vivaz. Luego las pusieron a las dos en
un jardín infantil de ratas, donde tenían varios juegos. La ratita grande todo
el día jugaba y la ratita chica estaba marginada. Y cuando uno la iba a
acariciar, atacaba: “violencia”.
Esto
significa, que si no recibió amor, no puede dar amor. Nadie puede dar de lo que
no tiene. Si quiero dar plata, tengo que tener plata, si quiero dar
tranquilidad debo estar tranquilo, si quiero dar tiempo tengo que tener tiempo.
Y
el amor, es el gran motor que maneja el mundo.
El bebé necesita una
cucharita de papilla y un beso.
Ese
amor hace que el bebé potencie su curiosidad, incremente su imaginación.
Si
el bebé se cria en un ambiente chato y gris, con figuras paternas y maternas
desdibujadas o ausentes, sin amor, sin colores, sin música, sin alegría, no
cablea su cerebro.
Solemos
creer que un pobre es una persona igual que nosotros pero sin plata.
Un
pobre es pobre en amigos, en afecto, en alimentos, en historia, en educación,
en introspección, en retrospección, en experiencia adquirida, en ilusiones, en
fuerza, y encima puede no terer dinero, es distinto.
La
alimentación que un niño no recibió en su primer año de vida, es muy difícil de
recuperar. Si se interviene prontamente
al niño durante el primer año de vida, antes que se dañe su cerebro podemos
lograr maravillas.
Hay evidencia
científica que la desnutrición provoca daño cerebral.
Solamente
la PREVENCIÓN logrará buenos efectos, y el trabajo sobre la familia.
Debemos
entender claramente que debemos trabajar los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales, el empresariado y la comunidad juntos.
Debemos
trabajar como hermanos que somos. Y terminar la guerra del hombre contra el
hombre e iniciar la única guerra en la que todos ganan que es la guerra contra
el hambre.
Debemos comprender
como desnutrición, la carencia de alimentos, así como alimentos carentes de
nutrientes (los famosos alimentos chatarra).
La
desnutrición genera debilidad mental y esa debilidad afecta la principal
riqueza de un país que es su capital humano. Y si el capital humano está dañado
el país no tiene futuro.
“Solidaridad, Acción, Participación podría
resumir el mensaje de la nota”.
Ani Koutnouyan
Licenciada en Nutrición
Tel: 4747.9970
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